domingo, 11 de agosto de 2013

Columna de Rubén Bourlot: Un poeta exiliado en el olvido

Si hoy nombramos a José María Fernández Unsain, para el común de la gente es una una persona desconocida. O tal vez el nombre de un sitio público, una calle quizás y con mucha suerte. Para unos pocos es el nombre de un poeta entrerriano que escribió sonetos de ambiente campesino, a quien el tiempo llevó al exilio en México y en el olvido.
Nace en 1918, en Paraná y pronto despierta su vena poética. Muy prematuro, en 1935 publica Cristal de juventud. Colabora en distintos periódicos de su ciudad natal. En un reportaje dice: “Mi padre tenía una biblioteca de 10 mil volúmenes a los cuales me acerqué desde muy pequeño. A los tres años aprendí a leer (...), a los 12 años escribí mi primer poema, un romancillo”; en 1935 da a la luz, con premura, su libro Cristal de juventud. De esa época es un sentido homenaje poético al arroyo Antoñico, que atraviesa como un cuchillo su ciudad natal: “Los gurises crecían chapaleando /su agüita triste/como si el gris fuera de agua para siempre(…)”.  
Hacia 1942 la Universidad del Litoral le edita Esto es el campo, y después se va a las luces de la gran ciudad, a Buenos Aires, donde colabora en diversos medios y ejerce el periodismo escrito y radial. Gana premios varios por su producción literaria que lo hacen reconocido en el país y Latinoamérica.
“Montado en pelo estoy sobre la tierra/-potro de sol y sombra coscojera-(…)/el campo es cierto como un árbol, creo/y por los aires cálidos y fríos/mis soledades y luz arreo”, publica en Sonetos.
Se interesa por la política y adscribe a las corrientes nacionalistas. Integra y dirige el diario Tribuna de esa orientación junto a personalidades como Luis Soler Cañas, Joaquín Linares, Lautaro Durañona y Vedia, Gilberto Gomes Ferrán, Jorge Massetti y Fermín Chávez. En 1945, los profundos cambios que se acercan lo encuentran en la vereda aluvional de los invisibles, los descamisados. Se suma al movimiento que encabeza Juan Domingo Perón e integra una lista electoral como candidato a diputado. Luego cumple diversas funciones como director del Teatro Nacional Cervantes, presidente de la Comisión de Cultura, director general de la Secretaría de Cultura y secretario de Eva Perón a quién dedica su poema Canción elemental, editado por la peña Eva Perón. Ya lejos de su patria, en México escribe el poema Eva del sur: “Te recuerdo en el grito y en la premisa/muriendo suavemente por los ajenos/Qué modo de quererte, malos y buenos/qué modo de calarte por la sonrisa.”
También produce guiones cinematográficos con particular maestría que lo llevan al éxito de taquilla con La muerte se está poniendo vieja, premiada como la mejor obra de 1948. Entre las numerosas obras que escribe se cuentan los de Una viuda casi alegre (1950), Alfonsina (1957), sobre la vida de la poetisa Alfonsina Storni y La sombra de Safo (1957).
Fermín Chávez recuerda la experiencia con el denominado Teatro Obrero de la CGT. “Es una experiencia que se inicia en 1949, con la dirección de César Jaimes y Fernández Unsain. El elenco estaba formado por obreros y por gente que provenía del teatro vocacional, de los teatros de barrio. Con el Teatro Obrero de la CGT recorrimos muchas provincias, Corrientes, Tucumán, San Juan. Se presentaban obras de corte político, escritas especialmente.” En 1955 estrena Dos basuras, dirigida por Esteban Serrador y con Amelia Vences a la cabeza del elenco.
El golpe de estado de 1955 que derroca el gobierno de Perón lo impacta profundamente y años después, en 1958, parte al exilio mexicano y casi al olvido para los entrerrianos.
Y desde allá escribe A los que murieron para que la patria: “Míralos cómo caen/cómo tienen partidas las espaldas/y ardientes agujeros en la nuca/y los huesos quebrados como ramas (…)/Ya están muertos, los pobres/Ya no sufren, ni esperan, ni ríen, ni nada/Ya no podrán usar la tardecita/para querer a las muchachas/ya no podrán besar, ni morirse de a poco/ni preferir la Patria.”
Su producción en tierras de los aztecas es incalculable. Escribe guiones de películas -243 consigna una estadística-, dirige y produce incansablemente. Tiene una intensa actividad gremial en defensa de los derechos de los escritores y autores. Su dinamismo es reconocido por el gobierno mexicano y otras instituciones. Entre 1980 y 1984, Fernández Unsain encabeza el Consejo Mundial de Autores de Radio y Televisión. Además, preside en dos oportunidades el Consejo Panamericano de Sociedades de Autores y Compositores.

Durante todo el tiempo se pronuncia por defender el derecho de autor que tienen los escritores, así como por un pago digno para ellos. Y es en esas tierras que adopta como suyas, es donde lo encuentra la muerte el 18 de junio de 1997.

Haidy Kunzi y caminos de tierra colorada


La Artista misionera quien reside en Concepción del Uruguay, cuya próxima presentación de pinturas en Entre Ríos, será el 30 de agosto en una muestra colectiva en el hotel-casino Sol Victoria.

 Hace apenas tres años, sus manos comenzaron a pincelar el camino del arte y hoy llevan un largo trecho recorrido por los senderos del recuerdo, las tierras misioneras, sus árboles y sus cielos.
Haidy Kunzi vivió durante su niñez y adolescencia en las generosas tierras de Misiones y luego se radicó en Concepción del Uruguay junto a su esposo, con quien tuvo dos hijos y lleva adelante un comercio. Cuando sus chicos llegaron a ser adolescentes, en 2010, Haidy sintió que era el momento para dejar fluir su pasión por la pintura y, desde entonces, comenzaron a nacer sus obras, las cuales expuso desde el 11 al 31 de julio en la galería de arte Huellas, en Buenos Aires, junto a la artista plástica Cora Michudis.
“La pintura surgió como resultado de un trabajo personal, una búsqueda que me llevó a su encuentro y al reencuentro conmigo misma. Soy autodidacta, pero participo de seminarios en los que voy descubriendo diferentes técnicas. Realicé seminarios con los artistas Gustavo Rovira, Carlos Cordaro, Patterer, Darío Mastrosimone, Max Pedreira y Gene Prokop”, afirma Haydi, quien a su vez cuenta que comenzó experimentando con acrílicos y hoy también juega con el óleo. Y para nutrirse más sobre el mundo del arte, asiste regularmente al taller de la arquitecta y artista plástica Carina Amarillo, en Concepción del Uruguay.

Las pinturas de Haidy

Tal vez buscando el origen de su amor por la pintura, Haidy dice: “Mi abuela paterna, Nora Liebe de Kunzi, se dedicó a la pintura. Pintaba paisajes de Alemania, país del que emigró, y también de Misiones. Sus obras pueden verse en diversos hogares de la zona de Eldorado, incluso en el museo de la ciudad”.
Algunas de las obras de Haydi, llamadas Húmedo amanecer, Tranquilidad, Naturaleza y Refugio para el alma I, fueron realizadas en acrílico y óleo. En su mayoría, están inspiradas en su lugar de origen: Eldorado, aunque no pretenden transmitir ningún mensaje en particular. Según María Antonella Kippes, xxxxxxxx, un recorrido por ellas puede describirse como: “Un paseo que comienza con la vista, luego nuestra mente continúa el recorrido por cada rincón del cuadro, analizando todos sus detalles. Cada pintura nos permite apartarnos de la realidad por el tiempo que sea necesario, percibir, ver y deliberar”. A su vez, agrega: “Tomando en cuenta estos detalles, en cada una de las pinturas se produce una exteriorización de experiencias vividas y paisajes vistos. Se siente que los ojos y mente de la artista no quieren callar”, finaliza.
Próximas exhibiciones
-30 de agosto, muestra colectiva en el hotel casino Sol Victoria, en Victoria, Entre Ríos.
-En septiembre, muestra en la fiesta aniversario de Eldorado, Misiones.
-14 de noviembre, muestra individual en el Argenta Tower Hotel, en Juncal 868, Ciudad de Buenos Aires.

Premios recibidos:

-2º Premio en el XVII Salón Provincial de verano  2013, de la Asociación de Artistas Plásticos de Gualeguaychú, con la obra Tranquilidad.
-Premio Mención Honorífica Galería BraQue (CABA), con la obra Mariposas, en 2013.
-2º Mención en el XV Salón Provincial de Invierno 2012, de la Asociación de Artistas Plásticos de Gualeguaychú, con la obra Húmedo amanecer.
-1º Premio en el III Salón Regional de Pintura 2012 del MAI, con la obra Reflejando mariposas.

Muestras:

-Muestra colectiva en Casa de la Cultura de Gualeguaychú, organizada por el Movimiento de Artistas Independientes, en marzo de 2013.
-Muestra colectiva Galería BraQue (CABA), en enero de 2013.
-Participación de la pintura Naturaleza, en el XLIX Salón Anual de Artistas Plásticos de Entre Ríos, en el Museo Provincial de Bellas Artes Dr. Pedro E. Martínez, Paraná, Entre Ríos, en diciembre de 2012.
-Presentación de la pintura Monte iluminado, en el 1º Salón Mesopotámico de Artes Visuales Curuzú Cuatiá, en Corrientes, en noviembre de 2012.
-Exposición de 11 obras en la galería Nuevo Salón de Arte, en Concepción del Uruguay, en agosto de 2012.


Verde nativo

Las especies vegetales autóctonas de la provincia cumplen funciones importantes, como evitar la erosión de las costas y sustentar ecosistemas que sin ellas no existirían. Por ello, es importante tomar conciencia sobre su cuidado y preservación.

Las plantas nativas son aquellas cuya presencia en un lugar es resultado de fenómenos naturales sin intervención humana, motivo por el cual crecen perfectamente adaptadas al clima y suelo de la zona. También conocidas como autóctonas, estos vegetales cumplen la función de alimentar o refugiar a la fauna nativa, por ello es tan importante su preservación.
En Entre Ríos, diversos animales y microorganismos, viven sólo gracias al alimento proporcionado por la flora nativa, por lo que si desaparecieran ciertas plantas, estos seres vivos se irían con ellas. “En el caso particular de la mariposa argentina, se alimenta del coronillo, un árbol que actualmente corre peligro de extinción, dado que se ubica a la vera del río donde, en el caso particular de Concordia, la represa Salto Grande ocasiona grandes erosiones costeras que lo arrasan. Actualmente quedan pocos de estos ejemplares a la altura de la ciudad, pero hacia el norte de la provincia ya no se ven”, cuenta Irma Galli, quien junto con su marido Jorge Benítez, llevan adelante el vivero de plantas nativas Ivirá-Pitá, en Concordia, actividad que nació originada por su amor hacia las especies autóctonas y orgánicas, es decir, exentas de todo producto sintético, como por ejemplo los plaguicidas.

Equilibro perfecto

Según Irma Galli, si los entrerrianos prestaran atención a la flora nativa, se sorprenderían ante tanta riqueza y sabiduría natural, dado que cada planta cumple una función irremplazable y convive con las demás en un perfecto equilibrio, cuidándose unas a otras. “Un bosque nativo y natural siempre está en equilibro y libre de plagas, pues cada especie tiene su depredador natural. Por ejemplo, cuando una planta tiene pulgones, también suele tener muchas hormigas, porque estas se alimentan de una sustancia azucarada que larga el pulgón; a su vez, si el árbol tiene demasiadas hormigas, las aves se las comen”, cuenta Irma. Asimismo, existen árboles como el ingá, el cual crece a orillas del río y cumple una función fundamental como sostenedor de las costas para evitar los desmoronamientos.
“Tiempo atrás, los pescadores de la zona buscaban los árboles ubajay para pescar peces pacú, dado que estos animales vegetarianos se alimentan del fruto de este árbol, entonces se sabía que donde había un ubajay, seguramente había un pacú debajo. Hoy, encontrar un ubajay es muy difícil. Estos árboles son hermosos y atraen a los colibríes por sus flores blancas y pomposas. Por su parte, el árbol chal chal alimenta a los pájaros chalchaleros”, cuenta Irma.
Según ella, árboles como el socará, conocido como “el palo de fierro”, está desapareciendo, y también la especie conocida como “mata ojo”, de la cual hay ejemplares de más de 100 años que hasta ahora resisten las crecientes pero que no aguantarán mucho más, pues se les imposibilita reproducirse dado que el agua de las crecientes barre con los nuevos arbolitos que comienzan a crecer.

Frutos silvestres comestibles

No sólo las aves y otros animales pueden alimentarse de estos árboles, sino también las personas pueden degustar ricos frutos, totalmente nutritivos y naturales. “La naturaleza nos da todo, se pueden obtener alimentos en las raíces y en las copas de los árboles, y la mayoría de los frutos silvestres son comestibles. Además son muy sabrosos, con un gusto muy particular”, cuenta Jorge Benítez. Por ejemplo, son muy ricos los frutos del árbol pitanga, los cuales se comen frescos, partidos o enteros, a veces con algo de azúcar agregada; asimismo, las hojas de la pitanga disecadas sirven para preparar una sabrosa bebida, aromática y digestiva. También, el arbusto llamado arazá da un fruto muy sabroso, que es apto para producir jugos, mermeladas, helados e incluso para la producción industrial de pulpa congelada y fruta disecada.

Ornamentales

Las plantas autóctonas son muy preciadas como especies ornamentales para parquización, por su gran adaptación a los suelos, su bajo mantenimiento, su reducido consumo de agua y su resistencia a distintas plagas. Incluso en diversos países europeos se compran plantas como las cortaderas, cuyos penachos blancos y pomposos otorgan belleza a los espacios verdes. Por otra parte, la planta llamada solidago también es muy llamativa por sus flores doradas, que dan vida y color a los jardines; los árboles sina sina presentan unas flores de incomparable amarillo y frondosidad, y el ibirapitá es un árbol que da unas flores amarillas muy lindas e identifica a la zona de Concordia.
“La acacia carnaval también es muy ornamental, pues presenta una panoja grande amarilla, con flores muy bellas. Este árbol es muy llamativo porque florece y sus hojas se caen, por lo que sólo se aprecian sus grandes ramilletes floridos. Aquí, en Concordia, quedan algunos ejemplares en las Ruinas de San Carlos”, cuenta Irma Galli.

Logros y concientización

Según Irma y Jorge, de a poco se ha logrado que la sociedad tome algo de conciencia respecto al cuidado de la flora nativa. “En Concordia, sobre todo durante el día del árbol, los ciudadanos se acercan a comprar una especie autóctona para plantar en la vereda frente a su casa, o para ubicar en sus patios. A su vez, en los pliegos de obras públicas nuevas, se especifica que se deben sembrar especies nativas. Así se hizo sobre la nueva autovía de la Ruta N° 14, desde el Parque Nacional el Palmar hacia el norte de la provincia, donde se plantaron unos 2.000 ejemplares, alrededor de 100 por cada especie nativa, los cuales se agruparon de a diez y aparecen a lo largo de la ruta”, cuenta Irma con un brillo de felicidad en la mirada por este hecho tan relevante.



Paso Vera

Nativas y foráneas

Si bien las especies foráneas o exóticas suelen ser bellas por sus colores, aromas y enormes follajes en el caso de los árboles, compiten con la flora nativa y perjudican su rol fundamental en el sostén de los ecosistemas.

Particularmente en Paso Vera, un área de playas ubicada en Concepción del Uruguay, son muchas las plantas foráneas que conviven con las nativas. La gran mezcla de autóctonas y exóticas ocasiona la pérdida de noción sobre cuáles son originarias de estas tierras. “Hablar sobre la flora nativa y darla a conocer es un aporte para la comunidad. Difundir estos temas y enseñarles a los gurises la importancia de nuestros vegetales es fundamental para poner en valor nuestra natura”, afirma Gustavo Cheri, técnico en parquización e investigador de especies nativas de la región, quien continúa: “En otras provincias argentinas y en otros países, nuestras plantas son muy preciadas por su belleza, mientras que para muchos de nosotros no suelen ser más que yuyos”.
En Paso Vera existen distintas especies vegetales que se conocen desde hace muchos años, las cuales suele creerse que son “nuestras”, pues nadie imaginaría que la mora es exótica e ingresó a Argentina durante la Segunda Guerra Mundial, debido al comercio de seda, pues estos árboles son el alimento de los gusanos de seda. “Las moras provienen de China; sin embargo, a nuestro país sólo ingresaron los árboles y los capullos de seda pero no sus depredadores: los gusanos de seda. Esto derivó en una proliferación incontrolable de moras”, cuenta Gustavo. Este árbol, a pesar de ser hermoso y dar un fruto muy sabroso, compite con especies nativas y, en muchos casos, no permite que crezcan, sino que las asfixia y les quita espacio.
Por otra parte, el eucalipto es otra especie cotidiana para los habitantes de la región, sobre todo en zonas no urbanas, por su gran tamaño. Es una especie muy querida por su madera y parece ser “bien entrerriana” pero, sin embargo, está muy lejos de serlo. Es una especie extranjera, que fue traída por Faustino Sarmiento de regreso a Argentina en uno de sus tantos viajes a Europa. “Por aquellos años, cuando no había control sobre el traslado de especies, los viajantes solían traer recuerdos de los lugares que visitaban o de sus patrias de origen. Este último fue el caso de Sarmiento, quien importó el eucalipto como recuerdo. Pero al traer el árbol y no la plaga que lo controla, se generó un crecimiento que perjudica la flora nativa”, indica Gustavo.
“Una de las contaminaciones más grandes y menos conocida en nuestra región es precisamente la de las especies foráneas que no tienen control biológico. Asimismo los propios lugareños, al no apreciar la flora nativa, suelen no cuidarla. Por ejemplo, el laurel del monte es muy usado para hacer cajones de abejas para vender en grandes cantidades, y así se va extinguiendo. Lo mismo ocurre con los claros generados por el hombre en Paso Vera. Se extermina la vegetación de forma desorganizada o se cortan los árboles de una manera no adecuada. A su vez, vienen chicos a andar con sus motos entre la selva en galería y se divierten inconscientes del destrozo que causan”, menciona Gustavo, preocupado.

Mirar hacia adelante

“Lo que se perdió ya no volverá, por eso hay que mirar hacia delante y pensar en preservar lo que tenemos. En Concepción del Uruguay aún no existe un programa que controle las especies y las cuide, ni intenciones de reconstruir paisajes. Por esto, se sigue impactando en la selva en galería y, al ritmo en que vamos, nuestros nietos no podrán disfrutar de estas playas y su vegetación. Sólo basta con ir a Paso Vera y observar cómo se efectúan fogatas cerca de los troncos de los árboles, los cuales luego se secan o cómo se abren cada vez más caminos para estacionar vehículos. Todo sin un control”, cuenta Gustavo.
La costa en Paso Vera debería ser utilizada por el hombre respetando sus especies naturales, pero se fueron abriendo playas, incluso recientemente se hizo una gran tala y poda de árboles de forma indiscriminada, lo cual habla de la falta de conciencia sobre estos temas.


RECUADRO:

Plantas foráneas:

Eucaliptos
Fresnos
Álamos
Ligustros
Moras
Chaucheras
Acacias negras

Plantas nativas:

Cortaderas
Anacahuitas
Viraró
Laurel del monte
Talas
Azota caballo
Mata ojo
Caña tacuara
Solidagos
Caraguatá
Curupí
Escoba dura
Ingá Pitá

Invitación


Plantá una especie vegetal autóctona en el patio o jardín de tu casa y colaborá con la supervivencia de la flora nativa. Como recompensa, esta vegetación puede brindar ricos frutos, belleza y la visita de diferentes aves y mariposas; así como también permite un medio ambiente más sano y equilibrado que todos puedan disfrutar.